domingo, 26 de mayo de 2013

Locos por el teatro

EL TEATRO BARROCO


Aunque parezca difícil de creer eso es lo que eran los antepasados del s. XVII: unos locos del teatro, los versos, las metáforas, los conceptos ingeniosos, los juegos de palabras y las historias sobre problemas de honra. Y la mayoría eran totalmente analfabetos.

Desde finales del s. XVI el teatro fue adquiriendo importancia como espectáculo social y cultural de entretenimiento, convirtiéndose poco a poco en una actividad fija, que se desarrolla en unos locales construidos al efecto (corrales de comedias) y atrae cada vez a un mayor número de público.
Ya en las primeras décadas del s. XVII el teatro se había convertido, como en Inglaterra, en un verdadero espectáculo de masas, en el que cada vez adquirían más prestigio las compañías que representaban las obras y, por supuesto, los autores.
Estos (sobre todo Lope de Vega, el que más éxito tuvo) primero vendían las obras a las compañías, lo que supone una primera profesionalización de la literatura. Algunas veces, además, acababan publicándolas en volúmenes si estas habían sido bien acogidas.

LA COMEDIA NUEVA

Básicamente el teatro del Barroco supuso una gran novedad porque no imitó los subgéneros clásicos grecolatinos (la tragedia y la comedia), sino que se desarrolló a partir de otras tradiciones:
  • Los autos religiosos y pequeñas obras teatrales del s. XVI (Gil Vicente, autor de obras tanto en portugués como en castellano).
  • La comedia ambulante importada de Italia.
  • Los comienzos del teatro popular, como los Pasos de Lope de Rueda.
El formato resultante de esta combinación es la "comedia nueva", un tipo de representación muy versátil que se adaptaba tanto a temas "serios" (la honra, las relaciones de poder, la religión...) como "banales" (enredos de amor, equívocos, humor...) y que incluso era capaz de hacerlos convivir.
Sus características fundamentales son:
  • Estructura en tres actos (llamados "jornadas").
  • Trama desarrollada en base a una intriga que se resuelve al final.
  • Cambios frecuentes de lugar y tiempo.
  • Mezcla de lo trágico y lo cómico y, normalmente, de varias acciones que se alternan en el argumento y suelen confluir al final.
  • Variedad métrica (se utilizan varios tipos de estrofa dependiendo de la escena).
  • Carácter popular y verosímil de los personajes, que un público masivo puede reconocer y con los que se puede identificar.
  • Agilidad de los diálogos.
  • Utilización de un lenguaje a la vez popular y sofisticado, que va desde el chiste a la reflexión sobre la condición humana y que se sirve de los recursos literarios más característicos de la época (hipérbaton, paralelismo, paradoja, metáforas, juegos de palabras...)
EL ESPECTÁCULO

La representación de las comedias comenzó a ser, a principios del s. XVII, el entretenimiento favorito de los españoles de cualquier clase. Asistían y abarrotaban los corrales tanto los nobles (e incluso el rey) como los burgueses y los plebeyos.
Sin embargo, su carácter popular no hacía de las comedias instrumentos de crítica social sino, más bien, todo lo contrario. Reflejaban la constitución de una sociedad muy conservadora, en la que prevalecían el orden social establecido y una religiosidad rancia.
Esto no significa que las mejores comedias de la época no sean, incluso ahora, artefactos tan divertidos y conmovedores como entonces. De hecho, al público habitual de los teatros sigue disfrutando de ellas, pudiendo afirmarse que, sin lugar a dudas, las obras de la primera mitad del s. XVII son las más representadas (y exitosas) de toda la literatura en castellano.
En la época barroca, además, estas obras tenían el atractivo añadido de formar parte de un espectáculo más amplio, que incluía antes, después y en los intermedios de la comedia obras menores normalmente divertidas, como los entremeses o las mojigangas, así como baile, música...
Vamos, que nunca un subgénero literario en castellano ha vuelto a disfrutar de tanta aceptación y del gusto generalizado de la población como este tipo de teatro.
Los corrales de comedias eran los lugares donde se desarrollaban estas representaciones. Primero fueron eventuales y finalmente se convirtieron en permanentes. Pueden observarse sus características en algunos de los pocos que se conservan, como este de Almagro.


Corral de comedias de Almagro


Aquí podréis aprender algo más:


 
El corral de comedias from almujarillo

El ambiente de las representaciones de la época se puede aproximar a las recreaciones de algunas películas, de las cuales Lope es la más reciente:



Por último, hay varios festivales de teatro dedicados a conservar este tipo de obras y experimentar con ellas. El de Almagro y el de Olmedo son buenos ejemplos de ello.

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