martes, 1 de octubre de 2013

Limpia, fija y da ¿esplendor?

   En estas fechas se cumplen 300 años de la creación de la Real Academia Española, que fue fundada por Felipe V como un primer hito de implantación de la Ilustración en España, de esa Ilustración en la que la monarquía y la corte presumían de promover el arte y la cultura mientras gobernaban de forma tiránica. Desde ese momento la academia adquirió un lema, una responsabilidad y una función: "fijar las voces y vocablos de la lengua castellana en su mayor propiedad, elegancia y pureza", es decir, decidir qué palabras y en qué forma debían usarse. 
   Este papel fue muy importante porque permitió unificar la escritura y facilitar la lectura y la publicación de libros. Aunque en aquellos tiempos, además de cometer muchos errores etimológicos, los académicos prestaban más atención a lo que se escribía que a lo que se decía, al uso erudito y no al cotidiano de la lengua.
   Después de 22 ediciones del célebre diccionario y otras muchas obras, el papel de la RAE ya no es el mismo. Fundamentalmente se dedica a recoger las manifestaciones lingüísticas (palabras, expresiones, símbolos, siglas, puntuación...) y, en colaboración con las academias de los países americanos (incluido Estados Unidos) y Filipinas, elaborar una guía de su uso que oriente a los hablantes. Esto sigue implicando fijar la ortografía, claro, pero sería estúpido que la academia pretendiera prohibir o sancionar el lenguaje. El pueblo es el dueño de su lengua y es la gente, al hablar y escribir, la que acaba por escoger y modificar los usos de las palabras y las reglas gramaticales. La influencia de la academia, no obstante, es importante en el ámbito educativo y en el nivel culto y el registro formal.
   Para este tricentenario se ha preparado una exposición conmemorativa, pero además la Academia de la Publicidad ha tenido la ocurrencia de felicitar a la institución con un anuncio de un gusto discutible:




   El anuncio parte de la idea de utilizar el lema de la academia como si fuera el eslogan de un  producto de limpieza, lo cual sugiere una idea bastante anticuada de lo que es la lengua. Además, sigue los tópicos de ese tipo de anuncios y es una mujer la que amenaza a su hijo con la llegada de su padre para que lo regañe. El argumento resulta sexista, aunque tal vez todo se deba a esa intención paródica. En fin, hay polémica:
   ¿Y tú? ¿Qué te parecen los dos diferentes usos de la lengua que aparecen representados? ¿Cómo se llaman las palabras pronunciadas de forma incorrecta por ignorancia? ¿Se habla "mejor" por usar palabras del diccionario? ¿Cuál es la forma más recomendable de emplear un idioma? ¿Crees que el anuncio es correcto? ¿Es ofensivo? ¿Lo harías de otra manera? Añade tu comentario.

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